Lo que parece ser una determinación indetenible—”sin marcha atrás”—del doctor Leonel Fernández hacia la búsqueda de la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, plantea un posible escenario que visto ahora pudiera considerarse descabellado o hijo de una mente febril.

Hablo de la eventualidad de que el expresidente Fernández y el presidente Danilo Medina pudieran ser candidatos en 2020, abriendo las puertas a otro panorama aún más estrambótico: un escenario de segunda vuelta en que se enfrenten ellos dos.

El escenario electoral en el que ambos figuren como candidatos en un PLD ya dividido, va a depender de la decisión del jefe del Estado de ir por la segunda reelección mediante una nueva modificación constitucional que le vuelva a habilitar.

Esto queda en suspenso hasta marzo cuando, según anunció el propio mandatario en la entrevista con la comunicadora Jatna Tavárez, habrá de referirse al tema de la reelección, es decir, a si se acogerá al impedimento presente en el Transitorio Vigésimo de la Constitución de la República, o, en cambio, buscará la remoción de ese obstáculo.

Descartada la repostulación del mandatario, ya sería otro el escenario, pues Leonel se enfrentaría a otros precandidatos, los cuales probablemente se dividan las simpatías internas y externas del presidente, en el entendido de que las primarias serán abiertas. En todo caso tendrían pocas posibilidades de vencer al expresidente.

Sin embargo, el fundamento de este análisis se encamina a enfocar una perspectiva extrema de un fraccionamiento peledeísta, el cual, si nos atenemos al “no hay marcha atrás” de Leonel en el acto de presentación de las firmas que su equipo acumuló durante meses de trabajo por todo el territorio nacional, queda íntimamente vinculado a si el jefe del Estado se decanta por un tercer período.

Frente a esa realidad, no cabría ninguna duda de que Leonel y Danilo estarían compitiendo en mayo de 2020 cada cual por su lado, buscando que quien tenga más saliva coma más hojaldres.
Y es aquí que esto presagia un escenario de segunda vuelta, por la sencilla razón de que la votación peledeísta se estaría dividiendo entre los dos líderes. ¿En cuál proporción? Eso ahora mismo no lo sabe nadie hasta contar los votos.

Pero si nos situáramos en el punto ideal que planteó el presiente Fernández en el sentido de que un millón doscientas veinticinco mil firmas que recibió el domingo representan más que la militancia del principal partido de oposición, esto es, el PRM, estaríamos lucubrando sobre la eventualidad de un balotaje Danilo-Leonel en junio de 2020.

¿Podemos imaginar semejante cuadro del PLD luchando contra el PLD en una segunda vuelta? Sería como pincharse con aguja para despertar.

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