Lo que necesita saber
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Introducción
La alergia a la penicilina es una reacción adversa potencialmente grave que altera y reduce las opciones para el tratamiento antibacteriano y que puede poner en peligro la vida.1 Es la alergia a los fármacos más comúnmente conocida en el Reino Unido, informada en alrededor del 10% de la población. Se estima que sólo alrededor del 20% de los que reportan alergia a la penicilina son realmente alérgicos.2 4 Es importante que el término "alergia a la penicilina" se aplique correctamente para evitar efectos adversos o tratamientos inadecuados.
En este artículo, discutiremos las características clave que ayudan a distinguir a los pacientes con riesgo bajo o alto de tener una verdadera alergia a la penicilina, resumiremos lo que se sabe sobre el riesgo de reacciones alérgicas a otros antibacterianos β lactamámicos en pacientes con alergia a la penicilina y discutiremos los pasos a considerar cuando se evalúa etiquetar a un paciente como “alérgico a la penicilina”.
¿Quién está en riesgo de alergia a la penicilina?
La exposición repetida a antibacterianos, por ejemplo en condiciones médicas que requieren un uso antibacteriano frecuente, como la fibrosis quística, se reconoce como un factor de riesgo clínico para la alergia a la penicilina.1 El sexo femenino ha sido identificado como un factor de riesgo en adultos tanto para la alergia a la penicilina autoinformada como para la alergia confirmada 5 6, posiblemente relacionado con un mayor uso antibacterianos en mujeres.6 La prevalencia de la alergia a la penicilina parece aumentar con la edad y podría explicarse en parte por mayores tasas de exposición antibacteriana en los grupos de mayor edad.6
Se ha encontrado que una historia familiar de alergia a la penicilina está asociada con la alergia a la penicilina autoinformada, sin embargo, si hay un componente genético de la alergia a la penicilina es algo que no está claro.1 7 No parece haber una relación importante entre la atopía y la incidencia de alergia a la penicilina.1 Sin embargo, el British National Formulary aconseja que las personas con alergias atópicas podrían estar en mayor riesgo de reacciones anafilácticas a las penicilinas.8
No se han identificado factores de riesgo específicos en niños.1 En un estudio de niños (edad media de 3,5 años, rango de 6 meses a 14,5 años) en quienes se había reportado erupción urticaria tardía o erupción maculopapular después de la administración de penicilina, la erupción recidivó en sólo 6,8 % en el los test de provocación.9 Las infecciones virales se detectaron en la mayoría de los niños con un resultado del re-test negativo y se ha sugerido que muchas erupciones atribuidas a la alergia de la penicilina podrían ser de origen viral.9 10
¿Cuáles son los diferentes tipos de reacción a la penicilina?
Las reacciones pueden clasificarse como inmediatas o no inmediatas en función del momento de aparición de los síntomas.1 11
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Menos comúnmente, pueden ocurrir reacciones severas, incluyendo síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, enfermedad del suero, reacción de fármacos con eosinofilia y síntomas sistémicos y pustulosis exantemática generalizada aguda.
¿Cómo se confirma la alergia a la penicilina?
Para algunas personas, la etiqueta de “alérgico a la penicilina” podría tener pocas consecuencias clínicas si su necesidad de antibacterianos es infrecuente. Sin embargo, se recomienda realizar una investigación diagnóstica completa por parte de los servicios especializados de alergia en personas con necesidades específicas de tratamiento anticipadas (cuadro 1).1 2
Cuadro 1: Indicaciones para investigar a las personas con sospecha de alergia a la penicilina (reacciones inmediatas o no inmediatas) 1
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Cuadro 2: Directrices para la verificación de la sospecha de alergia a la penicilina (British Society for Allergy and Clinical Immunology)
* Si los resultados son positivos, evite las penicilinas en el futuro; si las pruebas cutáneas y las pruebas orales de provocación son negativas, el paciente se considera tolerante. |
Historia clínica
Aunque la historia clínica por sí sola es una base poco fiable para diagnosticar la alergia a la penicilina, constituye un primer paso esencial para evaluar el diagnóstico.1 2 Cuando un paciente presenta una sospecha de alergia a la penicilina, se deben recopilar los siguientes datos1 2:
• Nombre y vía de administración de la penicilina administrada, e indicación
• fecha y hora de la reacción
• tiempo entre la última dosis administrada y el inicio de los síntomas
• descripción de la reacción: naturaleza y gravedad de los síntomas
• resolución de los síntomas
Además, los registros médicos y de enfermería, las fotografías y los testimonios oculares escritos pueden ser útiles.1 Es importante distinguir las reacciones inmediatas de las no inmediatas, basadas en el tiempo de aparición de los síntomas en relación con la última dosis del fármaco recibido, y para distinguir síntomas leves de reacciones moderadas a severas. Sin embargo, los registros completos podrían no estar disponibles, especialmente si la reacción ocurrió muchos años antes.
Comentarios
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